Brasil cada día juega mejor
Tras la victoria de este lunes ante México, asusta darse cuenta de como este equipo está siguiendo exactamente el guion trazado por Tite para el torneo.
El discurso del entrenador al principio era de clasificarse. Como si no le importara mucho como. Nos costó a entenderlo a nosotros que llevamos semanas siguiendo desde muy cerca la preparación de la selección.
Tite siempre fue conocido en Brasil por ser un especialista en torneos eliminatorios. Por como su pensamiento global y planificación en estas competiciones prepara a sus equipos para que vayan creciendo progresivamente durante los torneos. La idea del entrenador gaúcho es ir ganando confianza y no quemar los cartuchos demasiado temprano. Y para Rusia este discurso encajó como un guante debido a la realidad vivida por la selección, que llegó con un Neymar en proceso de recuperación y varios jugadores con problemas físicos. La palabra de orden era prudencia y tranquilidad, para no dar un paso más largo que las piernas. A lo Simeone, se oyó más de una vez del míster y de varios jugadores lo de "partido a partido".
Y esta frialdad y confianza se pudo ver perfectamente ante México. Por como el partido se desarrolló. La calma al principio, cuando México presionaba la salida y corría a una velocidad y intensidad que sería imposible de mantener los 90 minutos bajo el calor infernal de Samara. Con seriedad, dejó que los mexicanos se cansaran sin permitirles llegar a portería. Alisson sólo tuvo que intervenir una vez en todo el partido. Algo que el portero empieza a acostumbrarse, ya que Brasil sólo permitió a sus rivales cuatro tiros a portería en todo el Mundial.
Y cuando los mexicanos se cansaron, fueron a por partido con inteligencia, explotando las combinaciones y la transición rápida entre las dos líneas de defensa mexicanas, que dejaron muchos espacios para Neymar, Gabriel y Willian crearen oportunidades.
Brasil ahora se enfrentará al ganador de Japón y Bélgica con la confianza por los cielos. Aunque sin euforia. Esta Brasil es seria. Y ha venido a Rusia en serio a por el sexto título mundial.
Brasil empieza a acelerar, está llegando a la velocidad de crucero, se reconoce, se gusta y tiene a un Neymar que va creciendo. Piden paso de cara a la final.