Que sirva de lección

Un borrón. Ya sé que venimos de Mestalla (Copa del Rey), Lisboa (¡La Décima!), Cardiff (Supercopa de Europa) y Marrakech (Mundial de Clubes). Pero como en el Madrid siempre buscamos la perfección y eso es justo lo que engrandece la historia de este club, no les voy a negar que el fiasco de Dubai ha supuesto un borrón en un año en el que estábamos rozando el sobresaliente de media. Ya sé que era un simple amistoso recaudatorio, pero el Madrid tiene tal dimensión mundial que es imperdonable regalar prestigio. Y menos cuando la cita era perfectamente prescindible. Para que no me tachen de ventajista, les remito al artículo que escribí en el AS el pasado 30 de septiembre cuando los organizadores del Challenge Football Cup anunciaron este Madrid-Milán. Ese día escribí que no entendía cómo se jugaba este partido en Dubai en vez de haber fijado el Trofeo Bernabéu en nuestro maravilloso estadio de La Castellana, en un 30 de diciembre que hubiera permitido a toda la familia madridista y a los niños abarrotar las gradas del santuario de Chamartín. Hubiese sido un Boxing Day navideño que habría dejado contento a todo el mundo...

Cristiano, capitán. Al menos, perder ante el Milán sirve para poner las pilas al equipo antes de las dos citas de verdad que hay que afrontar en los próximos días (Valencia y Atlético). Y estando bien Cristiano, yo estoy tranquilo. Ayer mismo metió un gol lleno de picardía y de inteligencia tras conectar con un Jesé genial, que fue de lo mejor de este decepcionante bolo navideño. Cristiano cierra su año mágico viendo puerta. Ya profetizaban los dígitos del año que se nos va que el portugués se iba a salir: 2+0+1+4=7. Un dorsal mítico en este club que sigue dignificando el futuro Balón de Oro, como ya hicieran en su día Raúl, Butragueño, Juanito, Amancio... Seguro que todos ellos se habrían ido al vestuario muy enfadados con los cuatro goles encajados ante un Milán en el que deslumbraron Menez y El Shaarawy. No me extraña que hayan cedido a Fernando Torres al Atleti sin poner pegas...

Recado final. Vi el partido con Antonio Vega, presidente de la peña Corazón Blanco de Gáldar (Gran Canaria), y René, un cubano más blanco que Toñín El Torero. Me sacaron una sonrisa para recuperar el buen humor: “Que no se rían ahora por este 4-2 al otro lado del puente aéreo porque ellos no van a poder fichar a nadie este 2015. Les esperan tiempos duros. ¡Qué renueven a Douglas!”. Lo que nadie me quitará hoy tomando las uvas es el placer de ver en nuestra sagrada camiseta el símbolo que nos acredita como reyes del mundo. ¡Feliz año a todos!

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