Coma, otro ejemplo de superación
Marc Coma ha completado la trilogía de triunfadores del Dakar que han pasado por la Redacción de AS durante estos últimos días, en definitiva una visita a todos ustedes que siguen sus hazañas a través de nuestro medio. Después del ganador de coches, Nani Roma, fue el turno de Laia Sanz, la chica más rápida del desierto, y ahora Marc nos ha traído ese touareg que simboliza el éxito, un hombre que ya sabe lo que es imponerse nada menos que cuatro veces en moto en este gran desafío. Ha sido un placer recibir a cada uno de ellos, porque además de pilotos excepcionales son personas cercanas, cabales y luchadoras, sintetizan a la perfección los valores que todos admiramos en un deportista, las cualidades de quienes han hecho de la búsqueda de la excelencia su forma de vida.
Coma personifica, además, la madurez plena de un zorro viejo en el Dakar. Se le ve tremendamente satisfecho y feliz con esta última victoria y no sólo por ser la más reciente. En 2013 se tuvo que quedar en casa por una lesión y me da la impresión de que pudo llegar a plantearse si volvería a ser el mismo de antes de hacerse tanto daño en ese hombro (preocupante para un motorista). Pero el dilema debió durar un suspiro porque a continuación se puso manos a la obra para superarse a sí mismo. Se inspiró, nos explicaba con sinceridad y casi emoción, en otro fenómeno como Rafa Nadal y como el mallorquín logró su sueño: volvió a competir al máximo nivel y ha sido capaz de ganar de nuevo en Sudamérica con la autoridad de los grandes. Tanto esfuerzo sólo necesitaba el aderezo de su veteranía y el resultado ahí está…