Solo faltó lo que no falta casi nunca

El Racing de verdad es como el de anoche en Anoeta, pero con seguridad defensiva. Hasta ahora, con la excepción de la primera media hora en Ferrol, el equipo de Paco Fernández se ha hecho con los partidos, poco a poco, sin prisas, de menos a más y acabando siempre mejor que el rival. Como ayer, pero amparados mientras van encendiendo todas las luces en una defensa muy seria. Anoche, por timidez, por la calidad de pase de la Real o porque se encontró con su techo, la defensa estuvo temblona los primeros 35’. Los dos primeros goles, por ejemplo, fueron sendos balances defensivos horrorosos.

Dicho esto, estos jugadores demostraron luego por qué están haciendo lo que están haciendo. 3-0 en contra en un campo de Champions y en vez de rendirse se tiran, jugando, no a pelotazos, al cuello del rival. La suerte que tuvieron antes para no encajar alguno más, les faltó en los últimos minutos para haber recortado aún más. Por ese orgullo, por ese orden, por esa preparación física y, para Segunda B, por esa calidad, van líderes y son claros favoritos para acabar campeones. Por su honradez y por su compromiso tuvieron ayer a mil en las gradas animándoles. La semana que viene, el jueves, con la Real, otra batalla, y el viernes, contra Harry, en la Junta de accionistas, una guerra.

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