El valor de la ACB ya es cero
La ACB seguirá sin presidente, ni director, ni nadie quien la gobierne. Así lleva tres meses, y aún seguirá uno más. Por lo menos. Los clubes que así lo han querido estarán contentos. Han conseguido que el valor de su producto sigue cayendo. Aunque me temo que ya ha tocado fondo. Es cero. Cero, porque no hay capacidad negociadora con los patrocinadores y con las televisiones. Y es cero, porque en sus condiciones actuales de desgobierno no tienen el más mínimo interés por hacerlo ante tan incierto futuro. No es un problema de la imagen espantosa que está dando la ACB, es un problema de su cruda realidad. Ni nadie la quiere, ni ella quiere a nadie. La lucha entre Madrid y Barcelona impide todo acuerdo.
Una Liga con todo un Madrid y Barça, de un deporte, además, popularísimo no tendría que estar buscando quien la presidiera o dirigiera. Al contrario. Tendría que haber decenas de empresas interesadas en comprarla para explotar sus derechos. Pero viendo lo que hay, todas han salido corriendo. Ven un modelo de competición que ha echado a los aficionados, ven una gestión ruinosa, ven unos presidentes desahogados, ven un sistema asambleario que obliga a pactar continuamente la toma de decisiones, ven una ACB en situación de colapso. Y lo que es peor. No ven ninguna intención de encontrar soluciones. Son gentes que llevan años viviendo del fútbol y de las subvenciones, y no saben. Que se cargaban esto estaba cantado.