El Zaragoza y el Día de las Peñas

La historia no tiene por qué repetirse. Pero muchas veces los guiones del fútbol son calcados de un año a otro. Igual que sus tópicos, suceden y vuelven a suceder. En el Atlético ese día de la marmota es más interminable que en otros clubes. Y si algo es susceptible de ir a peor, empeorará. Ya no es ni fatalismo histórico ni ese epíteto calderoniano de El Pupas, se trata de un problema estructural que redunda en el banquillo y en la plantilla año tras año. Y cuando peor se ponen las cosas va y viene de visita el Zaragoza, el mismo equipo que impidió a Goyo Manzano renovar hace ocho años con los dos goles de Delio Toledo.

Y encima mañana el club ha fijado la celebración del Día de las Peñas, bonita jornada de convivencia de los peñistas colchoneros que suele acabar casi siempre en los últimos lustros (¡vaya a usted a saber por qué!) con la hiel de un mal resultado. Todo parece abocado a lo peor. El entrenador habló ayer cuando deberían haberlo hecho los capitanes o los figuras. Manzano asegura que todos están unidos. Y los atléticos desean que sea así. Y que ganen. Pero Goyo se la juega mañana. Con Bianchi no hubo paciencia, con Aguirre sí, con Abel tampoco se aguantó y con Quique sí se volvió a tener paciencia. ¿Habrá paciencia con Manzano? Sí, no, sí, no, sí...