¿Amenazan los séquitos a La Roja?
Considera Vicente del Bosque que el séquito (suena mejor que el entorno) de David Silva le ha podido perjudicar al animarle a reclamar a través de los medios más protagonismo en la Selección. Podía pensar Del Bosque que esos asesores bien podrían haber diseñado una estrategia similar para que el magnífico futbolista canario hubiera recalado en el Madrid o en el Barça en lugar de en el Manchester City. Y lo que pudo fastidiar al seleccionador es que involucrara a Luis Aragonés en su reclamación. Hay que relativizar las palabras de Silva porque esta polémica es una broma comparada con las que hubo en las etapas de Santamaría, Muñoz, Suárez, Clemente, Camacho y Luis. Alrededor de la Selección siempre habrá debates, aunque seamos campeones del mundo.
Silva fue más que correcto durante el Mundial. De alguna manera fue señalado tras la derrota ante Suiza y, después de ser titular en ese primer partido, sólo volvió a participar en la semifinal ante Alemania. Entonces no reprochó nada ni recibió explicaciones de Del Bosque, como ninguno de los internacionales, salvo las palabras del salmantino cada vez que repasaba la gesta de Sudáfrica en las que se lamentaba por los que jugaron poco. Superadas las movidas de los Madrid-Barça, los séquitos (el de Silva no es el único) amenazan a La Roja. Pero tampoco la romperán.