El que pierde es el Atleti

La relación entre Quique y Forlán ya era mala hace un año. Cuando el uruguayo fue el héroe de la final de Hamburgo la distancia ya era muy grande. La cohabitación se fue produciendo, con el Mundial de por medio y Forlán como mejor jugador, y con la Supercopa de Europa como colofón. Pero ni Quique ni Forlán (¡ni el Atleti!) fueron capaces de positivizar los éxitos y entre bastidores seguían tirándose los trastos. Hasta que Quique atacó públicamente al uruguayo tras el partido de El Sardinero. Entonces, el técnico perdió la guerra. Su ataque personal y directo al delantero evidenció su debilidad. Y su obsesión.

A Quique no le quedaban argumentos para explicar por qué no utilizaba y depreciaba a conciencia a uno de los principales activos del club. No había ningún motivo deportivo (con las bajas de Costa y Juanfran) para explicar su suplencia ante el Racing y cuando le hicieron la pregunta habitual por Forlán no pudo ni supo explicar lo inexplicable. Y le atacó. Tremendo error porque ahora el delantero, simplemente con el silencio, le ha ganado la guerra. Y la mayoría de la plantilla, que no estaba con Quique desde hace tiempo, se le ha puesto en contra. En esta lucha de egos sólo hay un perdedor: el Atleti. ¡Ay, el Atleti! Tanta hermosura que se pierde en tonos grises con lo alegres que son los colores de tus rayas rojiblancas.

Lo más visto

Más noticias