Mal síntoma si el mejor Kun no puede evitar el desastre

Analicemos los dos últimos partidos del Atlético de Madrid. No hay que irse más lejos. Sergio Agüero rindió a su mejor nivel. El Kun demostró que está a tope de verdad. Pero con el mejor Kun el Atlético no fue capaz de ganar al Almería ni de empatarle, como mal menor, al Real Madrid. Es una evidencia que el argentino se encuentra ahora mismo varios peldaños por encima de su propio equipo. Que su club no consiga ofrecerle alicientes para que confíe en mejorar sin tener que hacer la mudanza puede ser un motivo de desasosiego y de desesperanza para el Kun. El argentino necesita conocer más temprano que tarde, como todos los aficionados del Atlético, en qué consistirá el próximo proyecto.

El Atleti necesita una catarsis y una revolución. Ahora mismo es imperioso un cambio en la gestión de la entidad de la ribera del Manzanares. Miguel Ángel Gil debe dar un paso al costado (si llegara un comprador vendería, pero eso, aún, no ha sucedió) y que Enrique Cerezo, si no se va, se ocupe sólo de lo institucional, que eso lo hace de cine.