El Atleti necesita un Sabio

Los dirigentes del Atlético de Madrid ya buscan un recambio para Quique Sánchez Flores. En principio, le aguantarán hasta el domingo, porque quieren que vaya al Camp Nou. Pero ya no creen en él y piensan que se está buscando la salida. El problema del Atlético no es coyuntural y no se encuentra en su banquillo. No lo era Abel, ni lo fue Aguirre, por irnos a los dos anteriores y no escarbar en la interminable lista de entrenadores que han fracasado en el banquillo del Manzanares. Ni lo es ahora Quique, que ya siente lo mismo que sentía a Abel: "Me tenía que haber ido, me tenía que haber ido", repite Sánchez Flores como hacía Abel a los dos meses de haber firmado su renovación.

Si el Atlético no llega a eliminar al Racing en Copa, Quique habría sido destituido hace un año. Milinko Pantic ya estaba calentando. Pero era la apuesta de Enrique Cerezo y Miguel Angel Gil es el que tiene la última palabra y al héroe del Doblete no acaba de verle como entrenador del primer equipo. Con Juande Ramos entrenando en Ucrania (ya no valen precontratos pasados), el círculo se cierra en Marcelino García Toral (aunque habrá muchos ofrecimientos y llamadas estériles). Pantic podría hacerlo bien. Y Marcelino. Pero en la situación en que se encuentra el Atlético hay un entrenador por encima del resto. Sólo un técnico podría salir de la crisis y aglutinar a todos los atléticos. Se llama Luis Aragonés. Ya volvió cuando su equipo más le necesitaba. Y lo ascendió a Primera. Su vuelta sería como mánager general, a lo Ferguson, con plenos poderes. Para obtener la clasificación para Champions esta temporada y para organizar el equipo para el futuro y crear por fin un modelo, una estructura. El Atleti necesita un Sabio. Al de Hortaleza.