El Milán aún sueña con ir a la final

El Milán no repitió el buen partido del Bernabéu. Pero no por su culpa sino por los méritos del Madrid. La vuelta de Kaká a San Siro, silbado como Ronaldinho en el coliseo blanco, demostró que el equipo de Pellegrini tiene más futuro que el de Leonardo. En el Milán no brillaron los cuatro delanteros, Seedorf, Pato, Borriello y Ronaldinho, sino el capitán Ambrosini que sustituyó a otro veterano como Gattuso. Fue un Milán mucho más humilde que espectacular, más calculador que contundente, un equipo que anoche vivió de los pocos momentos de luz de Ronaldinho, perfecto en el penalti, y de Pato, que resultó el más peligroso delante de Casillas. Falta mucho para la final del Bernabéu, pero este viejo Milán aún sueña volver allí.

Antes de hacer cálculos, ahora tendrá que ganar al Marsella para asegurarse el pase a octavos y luego, con el tiempo, quizá se podrá mejorar. De momento, se queda con la ilusión de no haber perdido con el nuevo Madrid de Florentino. Ya es algo para un equipo que hace un mes parecía muerto. La Champions es una carretera larga, pero el fútbol a este nivel no es para todos y el Milán, con su orgullo y su experiencia prefiere dejar otra Liga al Inter y ahorrar energías para sus próximos desafíos europeos. Kaká pertenece al pasado y no merece la pena vivir de la nostalgia. El Milán tiene que seguir con su recuperado Ronaldinho y con otro veterano como Beckham, que llegará en el mes de enero. Florentino sueña una final Madrid-Milán. Ojalá sea así.