De cómo perder con carácter

A Manolo Jiménez le dolió mucho el meneo que le dio el Almería la temporada pasada en su casa. Por eso preparó a conciencia el derbi y maniató a los rojiblancos. El Sevilla se impuso porque sabe dónde le duele al equipo de Hugo. Y por encima de todas las cosas, está Negredo. El derbi constató una realidad capaz de ver hasta un alevín. Secar al vallecano es como esposar al Almería a una farola. El Animal, que consiguió su primer doblete en Primera en el Pizjuán, apenas apareció un par de veces. Cumplió con su gol de penalti.

En la segunda parte se entonó el Almería, encomendado a ese escurridizo diablo llamado Crusat. El catalán fue el mejor de los rojiblancos, pero se echó de menos algo de colaboración en el flanco opuesto. Hugo optó por tirar a Corona a la derecha y el experimentó fue un fracaso. Pero hay que extraer lo positivo. Pese a sentirse inferior en algunos instantes, nunca dejó de creer. Eso es digno de elogio. Quizá tiene algo que ver con el carácter ganador de Hugo. Por eso Kalu Uche, desaparecido casi todo el choque, obligó a Palop a sacar lo mejor de sí dos veces. Los almerienses no bajaron los brazos ni con el 2-0. Por eso llegó un penalti que llevó un ligero runrún al Pizjuán. Por eso murió buscando el área...