Nada de presión es todo ilusión
Málaga es una fiesta porque su equipo, de la mano del gran Tapia, no se detiene. Su victoria de ayer en Zorrilla es un aviso. Villarreal, Atlético y Valencia no están siendo regulares. Y ya están aquí las exigentes semanas de Champions y UEFA que suelen costar puntos. Si alguno de ellos no tenía presente en su quiniela de aspirantes a Europa al Málaga va a tener que inscribirlo de última hora. Que tenga gasolina para llegar hasta el final a este nivel está por ver. Que no se va a arrugar y ha convertido la exigencia y la presión de las grandes aspiraciones en un canto a la ilusión, es una certeza.
El Málaga se vio ante la oportunidad de atravesar por primera vez la frontera europea que lleva jornadas merodeando. Y se plantó en Pucela con hechuras de equipo grande, manejando el partido, ordenado, generoso, matador. Con Luque portando su montera. Control, recorte, golazo con el exterior de su fina zurda y capote al viento. Y con Eliseu, siempre decisivo, que ayer forzó con astucia el penalti del 0-2. O Baha, clave con sus movimientos y su llegada desde la mediapunta. Málaga ha cambiado el chip y sólo habla de disfrutar el momento y, por supuesto, de Europa. La presión es para otros.