Hay que mantener la cabeza fría

Si hay algo imprescindible para ganar en F-1 es frialdad. Y no solamente para mantener la calma a más de 300 km/h. El análisis profundo de cada situación, saber cuáles son las posibilidades reales de ganar y no perder los nervios, son los ingredientes esenciales para aplicar fuera de las pistas. Y eso es lo que debe hacer y hará Fernando Alonso, quien ayer volvió a ver cómo un Ferrari le recorta distancia. No me puedo olvidar del miedo que tuvieron algunos cuando apareció la sombra del coche de Michael Schumacher sobre ellos en campeonatos pasados. Impone respeto, pero nada a lo que no pueda hacer frente Alonso. Michael sabe que, a pesar de que el golpe de ayer en Magny-Cours ha sido contundente, no va a remover las ganas del asturiano. Sabe muchas cosas y ésa, también.

Es posible que en Magny-Cours se hayan oído las señales más claras del comienzo de un dominio rojo difícil de doblegar. En el equipo de Michael Schumacher todo parece funcionar a la perfección. Hasta Felipe Massa, que comenzó el año sembrando muchas dudas, parece estar en sintonía con lo que pretende el gran jefe. Y cuidado, que en Maranello tampoco son tan tontos como para no darse cuenta de lo que está pasando en Renault. Ayudas a Fernando, cero coma cero. La carrera de ayer, a pesar de todo, es un paso más hacia delante. Parece mucho, pero son sólo siete carreras las que faltan, y de no mediar uno de esos días en los que ocurre de todo, ya puede Michael ir ganando todas las carreras que faltan. Pero eso es más difícil de hacer si Alonso está siempre al acecho.