Getafe, la fiesta como en Quito

Nadie se atreve a dudar, a estas alturas del partido, del fútbol como un vehículo integrador, como intercambio de culturas entre las personas y como un perfecto embajador de amistad y cordialidad. Ayer, en Getafe miles de ecuatorianos, unos 4.000 de los 250.000 que viven en Madrid se dieron cita para ver a su Selección, su querida Tricolor, que se sintió como en Quito. Y no lo hicieron más porque juntar 28 euros, que era lo que costaba la entrada más barata, supone un lujo para la mayoría de las familias ecuatorianas que viven entre nosotros.

Pero lo que no se puede negar es que Getafe vivió ayer una fiesta: la del fútbol. Ecuador y España son países hermanos de historia, de lengua... Y parece que en lo futbolístico también. Ecuador disputaba en el Coliséum de Getafe su último partido de preparación para el Mundial. Tras empatar ante Colombia en New Jersey, ayer perdió 1-2 ante Macedonia, con una asignatura pendiente, según su seleccionador, quien, curiosamente se llama igual que uno de los nuestros, Luis Suárez. "Debemos mejorar el volumen de ataque". El sábado la Selección de otro Luis, Aragonés, se quejaba de falta de gol. Pero aunque a Ecuador ya no le quedan partidos de prueba, su próximo rival será Polonia en el Grupo A, el país entero, los de allí y los de aquí, viven volcados con su selección, clasificada por segunda vez consecutiva para un Mundial dejando en la cuneta a países como Uruguay o Colombia. En España se vivirá a partir del 9 de junio otro Mundial. Porque los ecuatorianos de aquí prometen vivirlo con la misma intensidad con la que han apoyado estos días a los suyos. ¿Un Ecuador-España? Soñar es gratis. Eso sería señal de que ambos estaríamos en la final.

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