Gerrard se sintió ignorado

Qué raras y torcidas se vuelven a veces las cosas más sencillas. Resulta que Steven Gerrard quiere quedarse en el Liverpool y Rafa Benítez lo necesita de capitán, así que lo lógico es que se entiendan. Sólo que por medio anda un club escaso de fluidez, intermediarios que se hacen ricos con traspasos y otros intereses creados. Además, para acabar de hacer el cocktail más explosivo, el Madrid está genuina y legítimamente atraido por lo que supone Gerrard: compromiso, fuerza, trabajo y calidad. En tres ocasiones, Benítez le propuso la temporada pasada a Gerrard renovar su contrato y las tres veces le dijo que prefería esperarse. Al acabar el curso, el centrocampista pidió arreglar las cosas con rapidez pero el director ejecutivo del Liverpool, Rick Parry, se fue al Caribe de vacaciones ante la incredulidad de Benítez. Se negoció la salida de Vladimir Smicer y se renovó a Hamann,pero a Gerrard no le llamaron. Y todo esto lo interpreta el futbolista como desinterés del club.

El inglés ha visto marchar a Michael Owen y cree que la historia se está repitiendo con él. "Si no me quieren aquí, que me lo digan y me voy", ha dicho a sus allegados. Benítez le insistió en los últimos dos días que le están calentando la cabeza, que le están engañando, que le quiere en el club y por ello le van a hacer el mejor pagado de la historia del club. Gerrard sospecha que el preparador español está decepcionado con su trabajo táctico y echa de menos el brazo en el hombro que le regalaba el francés Gerard Houllier cada vez que le picaba un mosquito. Y de repente dos síes suman un no y la opción del Madrid, apartado el Chelsea de la puja, se convierte en una posibilidad real.

El pulso se ha iniciado y todo está entre confuso y viciado.Solamente hay una cosa clara: Gerrard o renueva o se vende. Bueno,dos: si se vende sólo será al Madrid.

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