Florentino versus Abramovich

José Mourinho le contó recientemente a un colega de la Premier League que no sabe qué hacer para que Roman Abramovich deje de ficharle un jugador nuevo cada semana. Así se explica, por ejemplo, el interés del Chelsea por Joaquín. Pero Mourinho se negó a añadir a su equilibrada plantilla el último regalo del ruso. A principio de temporada, Abramovich, con una sonrisa de niño travieso, le anunció a Mourinho que tenía atados a Roberto Carlos, Beckham y Ronaldo. El técnico portugués los despreció a todos. Para el curso siguiente, el preparador luso no sabe cómo decirlo: él sólo quiere un lateral izquierdo y un centrocampista diestro. O sea, Ashley Cole y Steven Gerrard. Si se pone a tiro un delantero, tampoco le haría ascos.

Nótese que todos los nombres propios anunciados arriba tienen algo que ver con el Madrid: los que no forman ya parte del Madrid, son objetivos claros de Florentino Pérez. Y estos últimos, se van al Chelsea. Cole cobraría con el ruso tres veces más de lo que recibe en el Arsenal. Steven Gerrard se llevaría ocho millones de euros al año y ya le ha dicho a su novia que se vaya haciendo a la idea. Aunque no le guste lo de trasladarse a Chelsea Harbour: por ese dinero vivirán donde él diga. En todo caso, el Madrid puede respirar tranquilo: el resto del mercado queda libre del poderío del rublo ruso. Y ahí sí, Florentino Pérez podrá acudir con la ventaja de representar al club más laureado del mundo.