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Dark Souls

Dark Souls

Dark Souls, guía completa - Izalith Perdida

Las claves para superar el desafiante RPG de From Software.

Tesoros
Anillo del sacrificio
Alma de gran héroe
Anillo carbonizado naranja (Demonio Ciempiés)
Humanidades gemelas
Látigo del Caos
Losa de titanita roja

NPC
Caballero de Astoria
- Si has ido hablando con él a lo largo del juego, te ayudará a derrotar al demonio Ciempiés

Soldado de Catarina - Aparece en la parte posterior a la zona donde se derrumba el suelo.

Piromántico del Caos - Es un sirviente del caos que te espera antes de enfrentarte al segundo demonio. Te atacará directamente en cuanto te vea.

Esta es la zona más profunda de todo el juego. En el mismísimo interior de la tierra, Izalith Perdida es un lugar lleno de demonios, lava y fuego, donde habita el último de los seres que debemos vencer para completar la vasija de almas: El Lecho del Caos. Descansa en la primera hoguera y prepárate porque el camino no es fácil.

En la primera parte verás un lago inmenso de lava repleto de criaturas gigantes muy poderosas. Procura eliminar a las primeras para despejar el camino de vuelta y poder escapar si la ocasión lo necesita. Estos enemigos no vuelven a aparecer, ten paciencia y procura no perder las almas sobre la lava porque es difícil distinguirlas después.

Observa que en el centro del lago hay dos panteones de piedra gris. El primero de ellos está abierto por la zona norte, un lugar ideal para resguardarte. Si consigues llamar la atención de varios enemigos al mismo tiempo, puede que se dañen entre ellos y te faciliten la labor.

En el segundo panteón, golpea la pared norte para que desaparezca y encuentres una hoguera secreta. Este es el mejor lugar para iniciar el camino haste el Lecho del Caos. Fíjate en la raíz que hay en la pared delante de los panteones, a medio camino entre uno y otro.

Sube por ahí y llegarás a las ruinas de la ciudad. No es excesivamente complicado moverse por este lugar. Los enemigos son relativamente fáciles de abatir, aunque suelen aparecer en grupos de 4 o más. Ten cuidado con los recovecos de las paredes porque puede haber alguno esperándote.

Antes de la niebla del jefe, hay un mago espectro negro esperándote. Su ataque más fuerte es la flecha de alma, cuando la cargue prepárate para esquivar y contraatacar. Tampoco es excesivamente duro, un aperitivo antes de enfrentarte el señor supremo de Lost Izalith.

El Lecho del Caos
Este jefe es un poco distinto del resto. Para vencerle, debes destruir los núcleos de color naranja que hay a ambos lados del enemigo. Utiliza flechas o el ataque cuerpo a cuerpo para romper la barrera. Cuando aciertes en su primer punto débil, verás una pequeña secuencia y al Lecho del Caos le surgirá un brazo de fuego.

Ahora tienes que ir al otro extremo y destruir la segunda barrera. En esta ocasión, las sacudidas con las ramas serán más fuertes. Además, debes vigilar bien por dónde pisas ya que el suelo se empieza a caer, formando huecos muy peligrosos. Intenta ir pegado a la pared para esquivar los golpes y los agujeros que surgen en el suelo.

Después de eliminar los dos núcleos laterales es hora de ir acabar con él definitivamente. La zona del suelo más próxima al jefe, también se precipitará, quedando al descubierto una pequeña rama por la que tienes que avanzar. Busca el azulejo que hace de saliente para dejarte caer sobre la raíz y rompe las ramas para llegar hasta el corazón. Lo bueno de esta lucha es que, si mueres, mantendrás lo que hayas hecho hasta el momento para la próxima vez que te enfrentes al Lecho del Caos.