Hace tiempo que el Fuenlabrada vivía en bronce, pero soñaba en plata. Los madrileños, club modesto acostumbrado al ascensor entre Tercera y Segunda B, decidió hace cuatro años incrementar sus ambiciones y marcarse el reto de ser un buen vecino al sur de la Comunidad. Si Getafe, Leganés o Alcorcón habían logrado sus objetivos de hacerse rutina en el fútbol de élite, por qué no ellos. Por qué no el Fuenla.
Fue así como, aferrados al refranero, lograron convertir su tercer playoff de acenso en la vencida para asaltar el Olimpo de la Segunda. La temporada, pasada, quizá con el presupuesto más ajustado de los últimos cursos, Mere Hermoso y su ejército de legionarios del balón tejieron una temporada perfecta con ‘triple corona’: fueron líderes de su grupo, ascendieron frente a un histórico Recre y, para colmo, campeonaron en Segunda B ante el Racing.
Ahora semejante éxito histórico es apenas un pequeño trampolín con el que impulsarse en el anhelo de mantenerse en la categoría, único objetivo de una entidad que camina a marchas forzadas hacia la profesionalización de todas sus estructuras: del estadio Fernando Torres, a sus trabajadores, pasando por la plantilla. En esta última se mantiene un núcleo fundamental aderezado por un buen puñado de fichajes con la ambición como virtud transversal. La misma que palpita un club que ha hecho de sus sueños de plata, la realidad de su presente.
Su historia es la de una casualidad convertida en éxito histórico. Mere llegó a Fuenlabrada por la renuncia de Eloy Jiménez, ahora en el Lugo, tras desavenencias con el club en cuanto a la inversión en el proyecto. Hace un año, con la pretemporada ya iniciada, este gaditano se hizo con los mandos del equipo para, con apenas experiencia en Segunda B, lanzar al equipo a su primer ascenso a Segunda División.
El currículum de Oriol Riera es un rosario de goles atado a un pasaporte. A sus 33 años, este catalán ha gritado festejos enrabietados en España, Inglaterra e incluso Australia. De allí, del Western Sidney, lo ha repatriado un Fuenla que confía en sus botas cargadas de pólvora la tarea clave de marcar goles que eviten el descenso. Con Osasuna, Deportivo, Alcorcón, Cordoba, Celta, Barça B o Wigan siempre mojó. En la Avenida del Molino confían que perpetúe la tradición también vestido de azul.
Hay algo en el desgarbado correr de Randy que recuerda que el fútbol esconde caprichos con formas insólitas. Viéndole arrancar uno piensa más en lo anómalo de su zancada, que en lo virtuoso de su fútbol. Error. Este parisino de 21 años es potencia desatada en 189 centímetros de calidad con gol y sacrificio a partes iguales. Fue medio centro hasta que Mere lo adelantó a la media punta y lo convirtió en intocable. Estuvo a punto de dejar el fútbol, pero un primo suyo lo rescató de París para probar fortuna en el Betis de San Isidro madrileño. El resto es historia de un éxito que ahora se lucirá en Segunda bajo una engañosa apariencia de tipo desgarbado. Es el 'Pogba' del Fuenlabrada.
La biblia de Mere Hermoso tiene menos mandamientos que las tablas de Moises. No son diez, sino apenas uno: defenderás por encima de todas las cosas. El resto es asunto secundario que orbita bajo este precepto fundamental que hace de este equipo un bloque tozudo y disciplinado. Coherente y con sacrificio. Señas de identidad que lució la temporada pasada para ascender (y campeonar) en Segunda B. Por eso el gaditano apenas tocará su once tipo salvo por la entrada (se espera) de jugadores con experiencia sobrada como Flores, Vallejo o Riera.
- VER CALENDARIO COMPLETO
-
J.1Martínez Valero
-
J.2Almendralejo
-
J.3Fernando Torres