GUÍA DE LALIGA

El Leganés de Pellegrino inicia andadura 2.0. Él, el 'Flaco', domina la escena desde el centro. Todo gira en torno a su espigada apariencia porque se ha ganado el derecho a convertir su figura en referente absoluto. Quién lo diría.

Hace un año comenzó periplo en la Avenida de los Once Leones asido al reto titánico de relevar a Garitano, el héroe de los ascensos, el hacedor del milagro pepinero. Y aunque no fue su inicio el esperado, la pizarra del argentino supo enderezar el rumbo en otoño para desterrar al equipo del pozo en invierno y acércarlo a las alturas allá por primavera.

El décimo tercer puesto de la temporada pasada fue la mejor clasificación histórica del Lega en la élite. Sumó 45 puntos, dos más que el anterior récord en poder del mismísimo Garitano. Sorpresa con sorpasso. Ahora toca consolidar la hazaña calcándose a sí mismo.

Porque todo se hará desde la anómala revolución de cambiarlo todo para que nada cambie. El éxito del verano en Butarque ha sido retener a piezas clave del curso pasado. Braithwaite, En Nesyri, Óscar, Silva o Cuéllar siguen. Algunos como fichajes. Otros como renovaciones con regusto a fichajes. De éstos ha habido algunos para subir la calidad del plantel (Marc Navarro, Rosales, Soriano) y otros para hacer argamasa en la plantilla (Fede Varela, Ruibal, Alex Martín). Y casi todo son traspasos. Escasean las cesiones. Evolución en la que todavía se esperan caras nuevas relevantes que apuntalen la segunda edición de este Leganés de Pellegrino.

Llegó el 'Flaco' a Butarque hace un año con titánica misión entre sus manos. Relevar a Garitano se intuía asunto complejo. Lo fue. Su Leganés 1.0 comenzó torcido y oliendo a descenso hasta que halló en la pizarra la clave de una remontada histórica. A lomos del 5-3-2 el técnico (renovado hasta 2021) logró el hito de la mejor campaña blanquiazul en Primera. Repetirá dibujo para repetir hito, aunque siempre con la salvación como primer y básico peldaño.

En Nesyri tiene algo de desgarbado en su zancada frenética y sin control hacia la portería contraria. Un estallido de velocidad pocas veces pulcro, pero casi siempre mortal. Embutido en 188 centímetros de potencia, este marroquí de 22 años rozó el sobresaliente en la segunda vuelta del curso pasado. Hizo 11 goles y se erigió como referente ofensivo de un Leganés que lo tendrá de nuevo como estrella que justifica ser el fichaje más caro en la historia del club (cinco millones de euros).

Hace un año llegó a Butarque de puntillas, libre del Barça B y en su debut en Primera se ha destapado como fino central de recio comportamiento y fino manejo de balón. Camaleónico en lo táctico, se ha consolidado como pieza clave de la zaga blanquiazul. Ahora en su segunda campaña deberá asentar aquella percepción.

"El Leganés es un trozo gigante de mi vida. Ser el 9º jugador con más partidos oficiales (175) me hace sentir orgulloso. Casi tanto como ver al equipo consolidarse en Primera. La pasada temporada fue complicada, pero significó un punto de inflexión. Salvarse como lo hizo da muestras de que hay Lega en la élite para largo. Estoy convencido. La dirección deportiva está trabajando en refuerzos interesantes.
Perdonadme que, por aquello de ser portero, me fije en lo que ha pasado con Cuéllar. No es un fichaje, pero como si lo fuera. Renovarle me pareció un acierto porque, aunque no le señalen los focos, es pieza fundamental. Con Garitano o Pellegrino siempre sobresalió más el bloque que un futbolista, pero Pichu, con el que tuve la suerte de enfrentarme, se está saliendo. Bravo por el club, que lo ató pese a que parecía que lo tenía hecho con el Valladolid.
Ahora llegará una temporada compleja, pero yo que he jugado en Butarque sé que la afición se volcará. Eso ayuda. Ya lo hacía en mi época, cuando iban 1.000 personas y, aún así, era afición con sentimiento. Como el orgullo de ver al Lega haciendo de su presencia en Primera, una rutina. Y que dure muchos años más".
*Raúl Moreno jugó cinco temporadas con el club en Segunda División B. Defendió la portería del 'Lega' 171 partidos.

 

Butarque, fundado el 14 de febrero de 1998, debe su nombre a la patrona de la localidad de Leganés: Nuestra Señora de Butarque. Su fundación se debe al adiós del antiguo feudo, el Luis Rodríguez de Miguel, donde posteriormente se ubicaría la Plaza Mayor. En primera instancia, tuvo una capacidad de 8.138 espectadores, pero el progreso deportivo del 'Lega' forzó a varias remodelaciones.

Actualmente, más de 12.000 personas se dan cita cada fin de semana en Butarque para celebrar los goles del Leganés. En los anexos al estadio, se encuentra un campo de hierba artificial, donde disputan sus partidos tanto el filial como todas las categorías inferiores del club. En marcha una residencia de jugadores y una escuela para la cantera en los alrededores.

Predominio del 1-5-3-2

Le costó mucho. Muchísimo. Casi tres meses anduvo Pellegrino experimentando en su laboratorio la temporada pasada para hallar la fórmula con la que hacer jugar a su Leganés. Allá por noviembre mutó al 5-3-2 y desde entonces, es la piel con la que viste todas las alineaciones. El sistema se perpetuará este curso, con una plantilla hecha al corte del dibujo. La lógica dice que no habrá muchos cambios con respecto al once ideal: Marc Navarro y Eraso podrían ser las novedades.

El Leganés es otro de los afortunados que comenzará la Liga con dos encuentros como local. Arma de doble filo: por un lado, posibilidad de sumar pleno; por el otro, alarmismo ante un mal arranque en Butarque. Osasuna y Atlético será los dos primeros rivales y ya a finales de agosto, toca la primera visita al Benito Villamarín. En pretemporada, éxito rotundo, pero en Butarque manda la prudencia. Y eso que el rendimiento es para desatar la euforia: el Leganés ha disputado siete partidos y no conoce la derrota. Sin embargo, la pasada temporada tampoco se perdió en la gira y el inicio de campeonato fue catastrófico. Balance: cinco victorias y dos empates.