El Numancia tiene por delante una temporada significativa. Primero porque cumple 75 años desde que se fundó. En segundo lugar por ser uno de los clubs veteranos en la categoría con más años de manera consecutiva en la LFP. El objetivo del Numancia sigue siendo el mismo de temporadas atrás, mantener la categoría. Que una ciudad de poco más de 38.000 habitantes tenga representación en el panorama futbolístico nacional es todo un logro, sin olvidar que precisamente los años de experiencia y el nombre ya formado le hacen tener la responsabilidad y exigencia de ir a por algo más que salvarse.
Una vez más son varias las caras nuevas en el equipo soriano. El Numancia fue quien potencia fichar en la medida de lo posible a coste cero, por ello el equipo debe ser o trampolín para iniciar carrera en los más jóvenes, o el equipo donde hombres con peso recuperen sensaciones.
El equipo debe reforzar dos aspectos psicológicos: el primero ganar fuera de casa; tanto la temporada pasada como la anterior y pese a clasificarse para los Playoff, los sorianos tuvieron en los partidos a domicilio su particular piedra en el zapato. El segundo aspecto es hacer de nuevo de Los Pajaritos un fortín. Un estadio donde desde el primer minuto el rival sepa que va a tener que sudar para rascar algo.
Es el nuevo técnico del equipo soriano. De perfil dialogante y cercano, es todo lo contrario a la temporada pasada. La buena temporada que cuajó en el Melilla le hicieron valedor de tener la experiencia del Numancia. Desde el primer entrenamiento de pretemporada demostró que cada futbolista deberá esforzarse al máximo para tener un hueco. No se casa con un sistema en concreto pero se ha visto más optar por el doble pivote.
Si le respetan las lesiones, Alain Oyarzun puede ser el jugador desequilibrante del equipo. Es el ejecutor de las acciones ofensivas a balón parado con calidad suficiente para destacar por encima del resto. Juega por banda y su garantía está en los centros al área o bien sus diagonales a portería debido a su buen golpeo desde la frontal del área. Ha heredado el dorsal 10, el de las estrellas.
El joven central ha visto cumplido su sueño. De jugar en el filial en Tercera División a ser integrante de pleno derecho de la primera plantilla. Central de garantías que necesita minutos para perder los nervios de la profesión y resolver con seguridad los ataques rivales. Desde los despachos sorianos han apostado por él.
Carrión optará por el sistema 1-4-2-3-1. Si bien reconoció que no será siempre así, a lo largo de la pretemporada ha sido la opción más escogida. La portería está guardada por Juan Carlos y Barrio. Aunque el primero fue el titular el año pasado, todo hace indicar que Barrio será quien esté bajo palos, ya que lo tuvo el técnico en el Melilla. Zona de defensa con cuatro hombres. Calero, Gutiérrez, Derik y Héctor Hernández. Dos laterales con fuerte carácter ofensivo y dos centrales que ya se conoce. En el centro del campo posibilidades para Escassi y Gus Ledes. El malagueño es uno de los baluartes del equipo mientras que el portugués debe consolidarse esta temporada como el jugador que todos esperan. Tres por delante con Nacho, Higinio y Alain para tener como referencia ofensiva a Guillermo.