El otro regreso de Badosa
El regreso de Rafa Nadal, tan trepidante como efímero, ha dejado en un segundo plano otra importante reaparición del tenis español en este comienzo de 2024. Me refiero a Paula Badosa, que el pasado lunes volvió a jugar un partido individual. Badosa cayó ante Bernarda Pera por 3-6, 6-2 y 6-3, pero de su retorno pudo extraer conclusiones positivas como ese impecable primer set en el que logró 14 de sus 28 golpes ganadores, aunque lo verdaderamente relevante fue verse de nuevo competitiva dentro de una pista, libre de lesiones. Paula viene de pasar un auténtico calvario en la pasada temporada, no tanto como Nadal, aunque la comparativa con desgracias ajenas no suele ser un consuelo para quien padece las propias.
La española ya se perdió el último Open de Australia por una lesión en un muslo. Y seis meses después, en julio, tuvo que frenar en seco tras su segundo partido en Wimbledon por una fractura por estrés en la vértebra L4 que arrastraba desde Roma. A partir de entonces tuvo que tachar 185 días en el calendario hasta volver a jugar. Hizo un amago en la Billie Jean King en noviembre, pero no saltó a la cancha a pesar de acudir convocada. También la vimos a finales de diciembre en la World Tennis League, un torneo de exhibición por equipos en el que solo actuó en dobles. La hora de la verdad llegó en Adelaida, un momento que vivió con pasión y desahogo: “Nunca he estado tan emocionada por volver para empezar el año”. Después de una cansina recuperación, el principal objetivo se ha cumplido: volver a sentirse tenista. A continuación resta otro camino complicado para recuperar el alto nivel con el que se aupó al número dos del escalafón mundial. No será fácil. Ni tampoco rápido. Ella es consciente: “Sé que tengo que ir poco a poco, arrancar despacio y con bajas expectativas”. La próxima estación espera en Melbourne. Pero ya ha dado el primer paso gigante.
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