Una selección de siete ligas y quince equipos

España se presenta hoy en Dinamarca ya clasificada para los cuartos de final de la Liga de Naciones, competición con la que el aficionado no termina de conectar, pero que nos ha servido para recolocarnos en el grupo de las grandes. Hoy un empate nos aseguraría el primer puesto, y aún queda la visita de Suiza en Tenerife como último comodín. De la Fuente ha hecho un buen equipo. Digamos que ha mejorado la tarea de Luis Enrique aprovechando nuevas posibilidades en las alas, Lamine y Nico. Y no haciendo tonterías del tipo de colocar a Rodri de central, sino en el puesto que le ha valido el Balón de Oro.

Hablando de Lamine, hoy faltará por lesión, como faltó Nico no hace tanto, sólo que éste tuvo que pasar examen por el médico de la Federación y aquel no. Estas pleitesías con unos sí y con otros no son muy mal entendidas. La concentración ha sufrido una baja, Pau Torres, devuelto al Aston Villa con molestias, y sustituido por Cubarsí, del que al anunciar la convocatoria dijo De la Fuente que había que preservarle, pero al final ha tenido que echar mano de él. Andamos cortos de centrales, recuerden que Le Normand sigue sin el alta, y por lo que se ve Iñigo Martínez no cuenta ni en la situación más extrema.

El grupo es cosmopolita, con jugadores de siete ligas y quince equipos, que hasta el descarte de Pau eran dieciséis. No están ni Madrid ni Atlético, cortos de elementos nacionales, y con Carvajal y Llorente lesionados. Dinamarca está en páginas bonitas de nuestra historia, desde el debut victorioso en Amberes 1920 hasta el nacimiento del tiqui-taca con aquel gol de veintitantos pases, pasando por la goleada de Querétaro o la clasificación para Estados Unidos 1994, con aquel gol de Hierro. Hoy los mueve bien Eriksen desde la media, pero los pronósticos están con España, a pesar de bajas tan sensibles como las de Rodri y Lamine, por no citar todas.

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