Un respeto para Joselu

A pesar de que su llegada ha sido recibida con cierto escepticismo por parte de la afición y de la crítica, Joselu está justificando con creces su fichaje desde que ha arrancado una temporada en la que la falta de gol en en la plantilla parece más que evidente. El Bernabeu, acostumbrado a la magia de delanteros de más tronío y con más fuegos de artificio, le reconoció el esfuerzo con una merecida ovación cuando Carletto decidió sacarle del terreno de juego. Joselu es un goleador honesto, un obrero del gol que piensa siempre en el bien colectivo antes que en el propio y eso, en una vestuario en el que a veces es difícil sostener el ego, es impagable. A pesar de que el club ha preferido dejar desierto el 9 que dárselo y que su entrenador le pone menos minutos de los que están mereciendo sus números, el único delantero centro que tiene la plantilla está centrado en disfrutar de la oportunidad de su vida en el momento quizás menos esperado.

Lejos de sentirse ofendido o molesto por las dudas generadas a su alrededor, el internacional con España está enfocado en ser útil para el grupo utilizando una receta que no suele faltar casi nunca: humildad y trabajo. Es evidente que sobre la mesa seguirá el debate de la necesidad que tiene este Madrid de fichar un killer con aroma de titular indiscutible, pero hacía mucho tiempo que en la plantilla no había un rematador puro tan consistente cuando las cosas se tuercen y hay que buscar un plan alternativo. Ha llegado de puntillas y se ha convertido, ante la ausencia de Vinicius, en el principal argumento ofensivo de un equipo que le ha recibido con los brazos abiertos. Seguro que de aquí a final de campaña marrará ocasiones y volverán los agoreros, pero de momento sus goles están allanando el camino cuando los partidos se complican y la cuesta se empina.

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