Un quórum contra las prórrogas
Quórum. En la Supercopa de España celebrada en Riad en enero de 2023, tres personajes del calado de Pellegrini, Xavi y Ancelotti, con décadas de experiencia, se pusieron de acuerdo en decir que anularían las prórrogas. Es difícil explicarse por qué no se ha implementado ya la medida. Los tiempos extra han dado momentos memorables, entre ellos el más grande del fútbol español, pero si se quieren hacer sostenibles nuevas competiciones como la Nations League o el Mundial de Clubes, nuevos formatos como el de la Champions; y las ligas nacionales continúan negándose a reducir el número de equipos en sus competiciones porque todo el mundo defiende con voracidad su chiringuito, es hora de ir explorando soluciones posibles sin tocar la esencia del juego. Ya hay voces que abogan por cambios ilimitados. Pero frente a herramientas que suenan más artificiales como las expulsiones temporales, el juego a tiempo parado o el VAR, que ha podrido el espíritu de juego, el fin de las prórrogas sí aparece como algo natural. Ante la inevitable sobrecarga de partidos para estirar el chicle del negocio; al menos asegurar que duren 90 minutos. Es una medida razonable. Va contra la carga de minutos de los jugadores y con los nuevos tiempos del mundo audiovisual, que pide eventos más cortos.
Datos. Las carreras de los jugadores no están en peligro, pero sí su extensión. Antes de cumplir los 21 años y según un informe del sindicato FIFPRO, Pedri ya había jugado 169 partidos, para un total de 12.525 minutos. A su edad, Iniesta llevaba 124 y casi 5.000 minutos menos. Y Guardiola, otra época, 6.632 en 80 partidos. La temporada pasada, Julián Álvarez jugó 75 partidos y Phil Foden, 72. Con 16 años, Lamine participó en 64 choques en su primera temporada en la élite. A ese ritmo, cuando llegue a los 32 años llegaría a los casi 1.100 partidos que suma Messi con 37. Cinco años menos sin el espectáculo de Lamine tampoco les convendría a los dueños del negocio. En una entrevista con AS durante la Eurocopa, Rodrigo dijo: “No sé cuántas temporadas más podremos aguantar jugadores como yo. Tengo 28 años, y no sé cómo voy a verme con 34. Lamine está empezando. Tiene 16 años. No sé cómo acabará”. Esta semana, el centrocampista del City ha dicho que la huelga está cerca. Compañeros como Carvajal o Koundé le han respaldado. Otros, como Nico González (Juventus), se han desmarcado. No habrá huelga. Y si llega, será efímera. Los partidos no se reducirán, porque el espectáculo debe continuar. Por eso, quitar las prórrogas sería un buen inicio.
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