Un Manchester City algo más osado en su fortín

El refuerzo moral de sentenciar la Premier. El City vivió un fin de semana muy distinto al del Real Madrid: le tocaba visitar el estadio del Everton, uno de los compromisos más delicados que le separaban de la consecución del título liguero. Ante un rival que se jugaba la permanencia, Pep Guardiola realizó rotaciones en posiciones muy concretas: entraron Julián Álvarez, Mahrez, Foden y Laporte por De Bruyne, Grealish, Bernardo Silva y Stones. Los otros siete titulares del Bernabéu, Haaland incluido, sí salieron de inicio. El noruego esta vez sí marcó: lo hizo de cabeza rematando un centro de un Gündogan que, en realidad, fue el gran protagonista del encuentro. El alemán marcó dos golazos (uno con una maniobra casi imposible y el otro, de falta directa) y asistió en el otro: estuvo en todas las jugadas decisivas del triunfo por 0-3 de su equipo. La tarde fue redonda para el City, ya que unas horas después el Arsenal perdía en casa ante el Brighton y se despejaba por completo la incógnita sobre la identidad del campeón. El conjunto Sky Blue revalidará matemáticamente el título el próximo domingo si le gana al Chelsea (o antes, si los gunners tropiezan en Nottingham). Si no lo hace, aún tendría otras dos oportunidades más.

La gestión de los riesgos. A Guardiola se le ha reprochado que su equipo fuese demasiado prudente en el Bernabéu. Él mismo reconoció que no hizo sustituciones porque quería mantener en el campo a los jugadores con más capacidad para retener la posesión del balón y controlar el juego, evitando de este modo un escenario de intercambio de golpes que entiende que le habría perjudicado. Esta estrategia probablemente respondió al temor que el recuerdo del desenlace de la temporada pasada provocaba en el City, pero ya lejos del Bernabéu se espera que Guardiola arriesgue un poco más y pida a su equipo que sea más incisivo. ¿Cuánto más? La eliminatoria ahora mismo está empatada, y con un Vini pletórico, el peligro de las transiciones sigue estando ahí. El entrenador catalán apostará, pues, por una osadía calculada, esperando que la excelente dinámica de su equipo en casa (en Liga ha sumado 49 puntos sobre 54 posibles como local) le empuje hacia la victoria.

Walker contra Vini, segundo round. El lateral inglés, sin poder pararlo del todo, es probablemente el que mejor ha contenido a Vinicius en los últimos tiempos. De ahí que se dé por hecho que va a repetir como titular en la derecha, incluso si Aké estuviera recuperado. De hecho, no se espera ningún cambio en el once, siendo Akanji el único que podría perder el puesto si finalmente el neerlandés pudiera jugar. A Guardiola, de hecho, pareció preocuparle más cómo salió el Madrid de la presión en la segunda parte tras ubicar a Camavinga por dentro y mover a Modric hacia el costado, que el desequilibrio del crack brasileño en el uno contra uno -algo que daba ya por descontado-. El trabajo de preparación de partido se habrá centrado más en cómo responder ante esa variante, si Ancelotti la vuelve a repetir. En eso, claro, y en intentar que el guión de la primera media hora en el Bernabéu se prolongue durante muchos más minutos, detectando qué factores, más allá del emocional de recibir el 1-0 cuando mejor estaba su equipo, hicieron que se modificara la dinámica del encuentro.

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