Un ambiente de fin de ciclo
Todavía no sabemos si Benzema va a aceptar la inmensa oferta económica procedente de Arabia Saudí y se va a marchar del club que es el suyo desde 2009. Tampoco tenemos asegurada la continuidad de Modric con la camiseta blanca, aunque creo que existe menos “riesgo de fuga” con él. Lo de Nacho huele cada vez más a despedida y, en el caso de Asensio, todo apunta a que le voy a tener cerca de mi casa en París, en un club que no me agrada mucho pero que puede representar una oportunidad deportiva interesante para el mallorquín, más allá de doblar su salario. Que se vayan o no estos cuatro jugadores que simbolizan cada uno por su lado un aspecto importante del Madrid de la última década, antoja evidente que estamos en un ambiente de fin de ciclo.
Y la verdad es que no me gusta nada de nada lo que está pasando ahora mismo en el equipo merengue. La marcha de estos emblemas hubiera tenido que ser programada y claramente anunciada por el club o fuertemente desmentida por los propios protagonistas. Acusar, por ejemplo, a los rumores de internet como lo ha hecho Benzema, cuando es evidente que existen negociaciones con Arabia Saudí, nutre este ambiente raro que deja descolocados a los aficionados madridistas. Es que somos así: nos encantan los culebrones de verano para los fichajes, no para las salidas de jugadores nuestros.