Tchouameni acepta el reto a la primera

Después de un primer partido irregular en Almería y del terremoto Casemiro, a Tchouameni le han bastado 15 días para meterse al personal en el bolsillo con su fiabilidad y su calidad. Además de ser muy bueno, hay que tener una personalidad arrolladora para que la camiseta del club más importante del mundo te siente tan bien casi desde el primer día. Con características evidentemente diferentes a las del brasileño, Tchouameni está rentabilizando la inversión de Florentino desde que las circunstancias le han convertido en titular indiscutible. Su físico portentoso le permite corregir alguna laguna táctica propia de su juventud y su calidad técnica le convierte en amenaza para los rivales por su claridad en el último pase y su potente golpeo de balón.

Es evidente que por el camino llegarán pruebas de mayor entidad para valorar su rendimiento de manera más rotunda, pero disipar dudas y devolver la sonrisa a una afición apenada por la salida de Case es un inicio de aventura espectacular. Además, el galo va a tener la fortuna de terminar de crecer como futbolista al lado de dos de los tipos que mejor conocen la sala de máquinas de un equipo y eso va a ser un máster impagable para un jugador que está en edad de progresar. Tchouameni lo tiene todo para ser el ancla del Madrid durante el próximo lustro y el chaval se está agarrando a su oportunidad desde el primer minuto de partido. El Madrid significa rendimiento inmediato y máxima exigencia desde el día que pasas el reconocimiento médico y el internacional francés ha asumido el reto consciente de que está en el sitio oportuno para ser reconocido como uno de los mejores centrocampistas del mundo a corto plazo. En el camino correcto está.