Preocupa la Liga; la Copa estorba
Este martes vuelve la Copa del Rey para el Real Valladolid con un partido facilón ante el modesto Astur, que servirá para olvidar por unas horas la Liga y el verdadero objetivo de la temporada, que es tratar de lograr la permanencia en Primera. Jugar un martes a las nueve de la noche en Oviedo sin que la competición te interese ahora lo más mínimo no despierta emociones. Es un trámite que hay que cumplir, sin más, pero con la vista puesta en el importantísimo partido del sábado en Pamplona. Ahí sí que está el verdadero interés. Ganar en Pamplona significaría salir de descenso casi con toda seguridad dado los compromisos que tienen Las Palmas y Espanyol. Eso sí que le apetece al aficionado del Valladolid. Ganar al Astur no será más que lo lógico y normal; sin más. Partido para los que menos juegan y para canteranos y a otra cosa, mariposa.
El Villarreal volvió a poner en su sitio natural al equipo de Pezzolano. Más corazón que cabeza y escasez de fútbol. Por eso va penúltimo. Y cuidado que pudo ser peor. De no ser por el empate del Valencia ante el Getafe, ahora los blanquivioletas serían el farolillo rojo de la clasificación. La diferencia entre los de Marcelino y los de Pezzolano fue muy grande. Mucho más de lo que refleja el 1-2 del marcador final. De no ser por Hein y por los palos, la goleada hubiera sido notable.
Si dije que en Vitoria la mano del técnico fue clave para lograr el triunfo, ahora tengo la sensación de que los cambios de la segunda parte ante el Villarreal no ayudaron en nada. Quitar a Sylla del campo no tenía mucha sentido cuando estaba siendo el más incisivo una vez más. Las salidas de Meseguer, Latasa o Kike no mejoraron nada. La de Kenedy del final ya ni la comento. Sensación de que volvió la cruda realidad.
Y el sábado, a Pamplona. Esperamos más al Valladolid de Mendizorroza que al del pasado sábado. Va a ser una nueva oportunidad que hay que intentar aprovechar ante un rival fuerte, que este domingo ganó con justicia en San Sebastián y le metió cuatro en El Sadar al Barcelona, pero que también falló en su estadio con Leganés y Betis y ganó por la mínima a Las Palmas y Mallorca. Si el Valladolid hace un buen partido, tendrá su oportunidad. De momento, las distancias entre los de abajo son muy pequeñas y eso deja vivo a todo el mundo. El peligro es descolgarse como les pasó el año pasado a Granada y Almería. El objetivo debe ser llegar vivos al mercado invernal y tratar de reforzar convenientemente la plantilla. Y en ello están. Como para gastar energías con la Copa del Rey.
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