Premio a Vinicius y título a la vista
Noticia feliz para el Madrid en la víspera de la Intercontinental, porque Vinicius ha salido ganador del ‘The Best’, premio que concede la FIFA al mejor jugador del año. Menos mal, pensé, vista la sacudida que en mi ciudad provocó el conocimiento de que no había ganado el ‘Balón de Oro’ él, sino Rodri. La conmoción aquel día fue como si hubieran vuelto a matar a John Lennon. Afortunadamente yo voté a Vinicius, lo que me sirvió de salvoconducto en las siguientes y difíciles 48 horas. Esta vez Rodri es segundo y Vinicius primero. Juego de pase y control frente al de vértigo y desborde. Difíciles siempre de comparar.
Hoy espera el Madrid un título que suena muy bien y cuesta muy poco. Yo considero la Supercopa de Europa y la Intercontinental gratas secuelas del título de la Champions, que se multiplica fácilmente por tres. La Supercopa ya es una prueba bastante sencilla, algo así como enfrentar al campeón de Liga de Primera División con el de Segunda, pero la Intercontinental me lo parece aún más. Los grandes clubes europeos extraen desde muy jóvenes a los jugadores de talento de cualquier otro continente, produciendo diferencias insalvables. Así que al campeón de Champions se le ahorran trámites y se le reserva para la final.
No es que esté ganado. Igual que un Leganés, en una buena noche, puede ganarle a un Barça, el Pachuca podría ganarle al Madrid si se dieran las condiciones precisas. Esas cosas pasan en el fútbol, pero pasan una vez de cada diez o cada veinte. El Pachuca ha llegado ahí con evidente mérito, lleva tiempo aclimatándose y tendrá la moral por las nubes, pero la diferencia de calidad en las plantillas es abrumadora. En todo caso, servirá para ponerle el termómetro a este Madrid que no termina de convencer, más allá de la firmeza de su colosal portero y la calidad de sus delanteros en los trances finales. Con eso debe bastar.