Pongamos que hablo del Madrid

Madrid es, y todavía lo será más, un referente mundial del deporte. El reciente partido de la NFL entre los Miami Dolphins y los Washington Commanders ha supuesto, además del beneficio económico, una gran promoción de Madrid y un nuevo espaldarazo a la capacidad de organización y la versatilidad del estadio Bernabéu para acoger grandes eventos de todo tipo. Desde hace más de 20 años se celebra en la capital de España uno de los mejores torneos de tenis del mundo, el Mutua Madrid Open, un Masters 1.000 que se juega en la Caja Mágica con tres pistas de techo retráctil y una cuarta ya proyectada. El Open de España de golf, un torneo que se ha jugado en diferentes ciudades de España y que sus últimas siete ediciones se han celebrado en Madrid, en el Centro Nacional de Golf en 2018, y las seis siguientes en el Club de Campo Villa de Madrid. La Fórmula 1 ha estado ausente de Madrid desde 1981, año en el que se celebró la última carrera en el circuito del Jarama, con victoria, que también fue la última para él, del canadiense Gilles Villeneuve (Ferrari). El próximo año, en un nuevo circuito, Madring, en Ifema, volverán a rugir los motores en la prueba automovilista más importante y con más difusión que existe.

Hay otros muchos deportes en los que Madrid también es protagonista, siendo el fútbol el que más proyección internacional tiene. La ciudad cuenta con tres equipos en la máxima categoría y uno más en la Comunidad: Getafe, Rayo, Atlético de Madrid, ya un clásico en la Champions, y el club más valioso y laureado del mundo, el Real Madrid. El palmarés de los blancos son los títulos logrados, especialmente las Copas de Europa, 15, y las Ligas, 36. Los equipos más modestos, y hacen bien, presumen de las victorias que han conseguido en partidos frente al Madrid, como el Alcoyano, el Toledo o en el Alcorconazo.

Aunque, sorprendentemente, los directivos de un equipo grande, el Barcelona, se comportan como un equipo pequeño, grabando en su camiseta el recuerdo de un partido ganado al Real Madrid. Eso hace más grande al Madrid. Y para más despropósito, algún diseñador avispado al que le han pedido “cuéntame un cuento y verás que contento” les ha dicho: las rayas de la camiseta están inspiradas en la trayectoria del balón en cada uno de los tres goles. Pongamos que habláis del Madrid.