Pilas cargadas para el derbi
Carletto se puso las pilas después de dos derrapes y se dio cuenta de que el equipo necesitaba energía para espabilar. Si tienes a la gente de tu primera línea fundida y te empecinas en ponerles en el once, te expones a que se te caiga todo el equipo. Si la gente no va con chispa a la presión en el medio, si no ganan un duelo y si no recuperan su posición rápido tras una pérdida, cualquier equipo te deja en evidencia y te hace un roto. Se había visto un Madrid sometido, sin pulso, desinflado como pocas veces y la solución estaba en meter gente con vigor. Camavinga, Ceballos y Nacho inyectaron gasolina en el depósito de un equipo que iba en reserva y que necesitaba jugar con más viveza y dinamismo. El Madrid de San Mamés compitió con colmillo y pierna fuerte, igualando la pelea de los cachorros para que luego apareciera la calidad de Benzema o Kroos en la portería contraria.
En este intenso mes y medio de competición, y con bajas tan físicas como Tchouameni y Alaba, era necesario activar el once con jugadores de piernas frescas, capaces de aportar intensidad en la fase defensiva. La presteza y el entusiasmo de los no habituales, Marco Asensio también parece haber entendido que no puede parar de correr, sacaron al equipo del marasmo en el que se había metido.
Ante el Atlético, y delante de su público, Ancelotti está obligado a mantener esa apuesta energética con independencia del planteamiento más o menos defensivo que haga el Cholo. Al Bernabéu le gusta el rock and roll de los jóvenes, que no se guardan nada en la mochila y lo dan todo desde el inicio para poner al equipo en quinta velocidad. Luego, en el último tramo del partido, con las fuerzas de todos disminuidas, habrá oportunidad para la calidad de los que andan tiesos como Luka Modric, pero de salida con el turbo.