Pasta o pollo
Me pilló el partido Atlético de Madrid-Lille volando a México, exactamente sobrevolaba Houston en el momento en que empezaba el encuentro. Tenía wifi gratis por la compañía aérea, pero sólo para mensajes de WhatsApp, y apenas un ratito, no podía abrir ninguna página, así que no sabía con qué salía el Atleti ante el Lille... Eso es una faena para alguien como yo, que anhela saber quién, cómo y cuándo. Por lo que escribí desde los cielos a mi amigo Tenorio, eminente atlético, para que me dijera la alineación.
Así andaba yo de sobrado. Así andamos de sobrados los músicos que hacemos rutas transoceánicas. Mucha gente piensa en el glamour de las giras, y no cae en que la gran mayoría de músicos viajamos en turista, apretujados, sin wifi más que para WhatsApp (y sólo un ratito), y resignados al pasta o pollo. Pero si me quejara de mi vida sería un miserable, porque la amo sobre todas las cosas.
Tenorio me contestó al momento muy amablemente, desde el Metropolitano, dándome la alineación y anunciándome el gol de Julián, que, por lo visto, acababa de marcar. Es increíble el hecho de poder comunicarnos así... de estadio a avión y de avión a estadio, y de España a los cielos de Estados Unidos.
En México tiene mucho predicamento el fútbol español. Principalmente siguen a Real Madrid o Barça, pero el Atleti también tiene su cuota de seguidores, y más aún tras el apadrinamiento del Atlético San Luis Potosí. En este viaje intentaré traerme la camiseta de la temporada actual.
México es un país absolutamente maravilloso. Me alegra la vida de una manera difícilmente explicable. Recuerdo haber conocido y haberme hecho unas fotos con el gigante Mágico González en el Salón de la Fama del Fútbol, en Pachuca, y tengo gran amistad con el arquero Félix Fernández. El 9 Luis García y el Vasco Aguirre también hicieron mucho para que el Atlético de Madrid sea tan querido y respetado en este país tan hermoso y adorado por mí.
Al final, bajonazo. Me enteré del resultado recogiendo las maletas en el aeropuerto de Ciudad de México. Penalti escamoteado y mal rollito. Pero eso sí, viva México.