Nuestras jugadoras reclaman y golean

A Dios rogando y con el mazo dando, nuestras internacionales fortalecen sobre el campo su energía reivindicativa. El fútbol es como es, en él parece que la razón la tiene siempre el que gana partidos, y ellas lo hacen. Tras conquistar el Mundial en tierra extraña, anoche presentaron el trofeo en el Nuevo Arcángel y la estrella en sus camisetas, para luego colocarle un rotundo 5-0 a Suiza. Como Suecia ganó a domicilio a Italia, la cosa pinta bien en esta Liga de Naciones que clasifica para París 2024. Se trata de ganar este grupo y luego la semifinal. Las dos finalistas van a los JJ OO. Si Francia, clasificada de oficio, es finalista, también irá la tercera.

Juegan bien de verdad estas mujeres. Aún no arrastran todo lo que merecen. Los precios de las localidades, 10, 12 y 15 euros, según zona del estadio, dan para más que esos 14.000 espectadores (récord para la Selección, eso sí), en una ciudad con equipo en la Primera RFEF. Pero estas mujeres están actuando a modo de tuneladora, abriendo camino para las que vengan detrás, que encontrarán más respeto y mejor seguimiento de los que ha tenido esta generación inolvidable. Hoy habrá nueva reunión reivindicativa con la Federación y el presidente del CSD, Víctor Francos, que se ha arremangado con eficacia.

El otro partido gordo del día se jugó en Son Moix, donde el Mallorca se lo puso difícil al Barça, que tuvo que conformarse con un 2-2. De nuevo le falló la defensa, esta vez con la inesperada complicidad de Ter Stegen, y pasó un quinario para progresar hacia la meta local, siendo como es el Mallorca un especialista en complicar el juego del rival a fuerza de intensidad y orden táctico. El Barça mejoró en la última media hora con la entrada de Lamine y Fermín, dos jóvenes de los que surgió el gol del empate, pero esta vez no hubo remontada ‘a lo Real Madrid’ como ante el Celta. Pinchazo del Barça y de nuevo la sensación de que Lamine debería jugar siempre. O casi.

Lo más visto

Más noticias