Mucho más que suerte

Hacer rutina de lo inexplicable termina con todos los análisis y argumentos y parece imposible razonar lo que ocurre con este equipo en esos momentos determinantes que separan la épica del fracaso. Cabría la posibilidad de atribuirlo todo a la suerte, a la potra, a la baraka o como quiera cada uno llamarlo, pero es indudable que detrás de toda esa fortuna tiene que haber algo más. Con la historia solo no vale, si fuera así, equipos como la Juve, el Milan o el United estarían siempre presentándose en las rondas finales de la Champions y hace tiempo que no aparecen por esos lares. Tampoco es decisivo que fiches, supuestamente, a los mejores futbolistas del momento, ahí está el tremendo fracaso del PSG, que se ha gastado un abismo de petróleo en estrellas y sigue en un agujero negro.

Luego está el berrinche de las ayudas arbitrales, que el VAR iba a solucionar y si no el VOR y si no el ojo de halcón o el fuera de juego semiautomático. El caso es que pasan los años y el Madrid sigue ahí, en el trono, ganando Champions y sometiendo a todos a un dominio omnímodo que nadie osa a discutir. Pero, al margen de todas estas excusas, la realidad es que el Madrid ha ido creando unas plantillas potentes y equilibradas, dejando marchar a los que habían cumplido su ciclo y sabiendo buscar los relevos para una metamorfosis casi perfecta, que lo refuerza como el gran dominador del fútbol mundial.

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