Modric pone orden en Vigo
Definitivamente el croata es Peter Pan. Con casi 40 castañas sigue desafiando a las leyes que imperan en el fútbol moderno y cerrando las bocas de los críticos que le llevan varios años queriendo retirar. En plena vorágine del calendario y los partidos de selecciones, Modric sigue capitaneando a su selección cuando otros racanean y todavía tiene fuerzas para volver fresco y poner orden en un equipo al que le está faltando fútbol y calidad en el centro del campo. Casi nada suele suceder por casualidad y la longevidad deportiva de Luka se explica por diferentes motivos, todos ellos igual de importantes.
Al don que tiene de serie se suma una ética de de trabajo descomunal y un amor a su profesión que le hace cuidarse como un monje desde hace casi dos décadas. El resultado es que Ancelotti sigue contando con él cada vez que la cosa se pone peliaguda porque sabe que no le va a defraudar. Es evidente que el centrocampista no va a poder jugar todos los minutos de todos los partidos en una temporada tan exigente, pero cada vez está más claro que cuando la encuesta se empina y el balón empieza a quemar, Modric sigue siendo la solución más fiable de un Real Madrid al que la apuesta por el músculo en detrimento de la calidad no le está saliendo del todo bien.