Mismo resultado sin un Pogacar superior

En esta séptima etapa no vimos lo que esperábamos, que era un Pogacar muy superior. Le costó, pero volvió a ganar. El resultado fue el mismo aunque no le vimos con la misma facilidad del pavés o en su primera victoria en este Tour. La nota positiva para mí fue Roglic, que se le vio a gran nivel después de la caída. Antes de empezar la carrera, todos pensábamos en un podio y a lo mejor es el mismo que el resultado de la etapa: Pogacar, Vingegaard y Roglic. Entre los dos corredores del Jumbo esperemos que le pongan las cosas difíciles a Pogacar, porque en el mano a mano lo tienen complicado. A Enric Mas se le vio muy bien, en su sitio y sin fallar, como sí hicieron otros corredores como Vlasov, Quintana... Este año ha minimizado pérdidas y ha estado con los mejores prácticamente todos los días. Todo esto le tiene que motivar.

Cada día es un mundo diferente, pero siempre a favor del mismo y la renta se va haciendo cada vez más grande. Pogacar tiene la sartén por el mango, pero puede tener alguna dificultad como también vimos el año pasado. Vingegaard está muy cerca y tampoco es cojo contra el crono. En cualquier caso, el esloveno es fortísimo mentalmente. A otros, si les hubiera pasado Vingegaard de esa manera se hubieran sentado, pero Pogacar fue capaz de rebasarle otra vez. Quizás pudo acusar el cansancio y el esfuerzo de días pasados. En la clasificación general cada vez hay más diferencias, así que para la octava etapa creo que una fuga tiene muchas opciones de llegar, a no ser que sea de pocos corredores y que equipos como el Jumbo, pensando en Van Aert, quieran optar a la victoria. El UAE lleva un desgaste fuerte porque no se ha desentendido de la carrera ningún día.