Mbappé llega a un equipo campeón

Di Stéfano llegó al Madrid y cambió la historia de la entidad. Se creó la Copa de Europa y lideró al equipo que se proclamó pentacampeón de la competición de las competiciones de clubes, y se pusieron los cimientos de la leyenda blanca. Después de don Alfredo aparecieron jugadores fabulosos, también de época, como Amancio, con el que el Madrid ganó La Sexta, Butragueño y su magnífica Quinta o Raúl, el siete eterno del Madrid.

Ni siquiera el mito de los Galácticos se tradujo tanto en palmarés y gloria. Se alzó una Champions, sí, pero la base de aquel grupo que se desintegró pronto era la que había construido Lorenzo Sanz para ganar La Séptima y La Octava. Y hubo que esperar al fichaje de Cristiano Ronaldo para volver a encontrar la senda de la gloria, con un futbolista que tuviera, por él mismo, tanto peso como tuvo Di Stéfano en la entidad. Los 450 goles en 438 partidos del portugués sirvieron para ganar cuatro Copas de Europa.

En contra de lo que se barruntaba, el Madrid no se ha resentido con la salida de Cristiano en 2018. Sin él se ha ganado ya una Copa de Europa y está muy viva la posibilidad de la segunda. Todo, en seis años, en los que si hay victoria en Wembley se habrán levantado dos dobletes (Liga y Champions) casi seguidos, en 2022 y 2024. Mbappé llega por tanto a un equipo claramente campeón, no a uno necesitado de un faro, en el que hay muchos jugadores muy importantes y jóvenes. Un grupo solidario e ilusionado donde, en palabras de Ancelotti, hay “mucho compromiso y ausencia de egos”. La estrella debe ser inteligente para encajar en esa fotografía si quiere hacer historia, como lograron Di Stéfano y Cristiano.

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