Mbappé: esperar y aplaudir

A estas alturas de la película ya nadie duda de que el crack francés está en la buchaca blanca. Solo es cuestión de elegir el momento más oportuno para una presentación galáctica que va a paralizar el firmamento futbolero. Y en eso están todas las partes. Con la final de la Champions League a tiro de piedra y el futuro de algunos futbolistas trascendentes en la historia reciente del club por decidir, desviar ahora la atención con un anuncio rutilante no tendría demasiado sentido. Los tiempos del club son diferentes a los tiempos del periodismo y ahora lo que toca es centrar toda la atención de la institución en conseguir el título más importante de la temporada.

El fichaje de Mbappé se ha cocido a fuego lento y ahora no tendría ningún sentido precipitarse. Hacía mucho tiempo que el Madrid no tenía un vestuario tan sano y con tan poco ego y no conviene agitar el avispero. El delantero parisino va a ser recibido con los brazos abiertos por una caseta joven y jovial, donde no caben actitudes frívolas ni egoístas.Por eso Kylian tiene que ser paciente, respetar los tiempos del club para anunciar su fichaje y subirse a la ola de una plantilla que lo ha ganado todo. Su calidad es su principal aval y en condiciones normales la va a romper, pero debe entender desde el primer día que viene a sumar a un equipo que ha levantado todos los trofeos sin él.

Su presentación será un día histórico y maravilloso, pero ahora tiene que esperar con una sonrisa y sin condiciones. Ya le llegará el papel de actor principal, pero en este momento tiene que conformarse con comprar palomitas y ser espectador de lujo de una película de la que todavía no es protagonista...

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