Los renglones torcidos de la ‘new era’

Cambios. Montar un documental y titularlo FC Barcelona, a new era cuando todavía no has ganado nada tiene un punto de osadía, pero el fútbol es ilusión y hay que facturar, especialmente si has vendido el 49% de Barça Studios. La serie, de momento, necesitará una segunda temporada para vender éxitos y títulos. Van muchos renglones torcidos en este nuevo ciclo: dos eliminaciones de Champions con Xavi en la primera fase, una noche negra (o blanca, según se mire) contra el Eintracht en la Europa League y ningún título nacional. La primera semana de 2023 pudo acabar, además, en desastre si el miércoles el Intercity hubiese terminado por atropellarlo. Pero el Barça resistió y, pese al caso Lewandowski, la tarde de empanada con el Espanyol y el sustazo de la Copa, saldrá líder del Metropolitano esta noche pase lo que pase y tiene a tiro los cuartos si no se hunde en Ceuta. Eso, más un título a dos partidos dentro de unos días en Riad.

Moral. Es evidente que la derrota del Madrid ayer en La Cerámica cambia el humor en Can Barça. Todo depende del cristal con el que se mire y los de Xavi verán lo de esta noche en el Cívitas como una oportunidad. Para un vestuario tan joven como el del Barça es más fácil olvidar sustos como los del otro día, mirarse con menos recelo y pensar que las cosas van a salir bien. Pero eso luego hay que refrendarlo en el campo y al Barça le está faltando mucho empaque. Esta semana, hay sectores de la prensa que han mirado con recelo esa frase de Xavi: “El juego ha sido bueno; estamos en un buen momento”. Hay quien piensa que, de forma deliberada o no, el Barça está bajando el listón de la exigencia de forma peligrosa. Sorprendentemente, Laporta le compró el discurso a su entrenador y le dijo a los compañeros del ‘Què T’hi Jugues’ de ‘SER Catalunya’ que estaba de acuerdo con Xavi. Pero veremos qué piensa el presidente después de los dos o tres miuras que le esperan al Barça en una semana. Por razones obvias, el término “urgencias históricas” dejó de utilizarse hace años en Barcelona. Pero, envuelto en ese discurso hedonista de su presidente, seguramente haya pocas temporadas en las que el Barça necesite más ganar que esta. Se ha gastado una barbaridad de dinero en reforzar la plantilla para volver a competir, ha vendido patrimonio y ya ha sido advertido por Tebas de que el año que viene no podrá hacer esa magia de las palancas. La Liga es, directamente, una obligación. Después del empujón del Madrid, muchos esperan un gran partido ante el Atleti para volver a prometerse que “aquest any, sí”.

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