La soledad del Madrid es un problema
El Madrid ya ha ganado la Liga. Creo que nadie se atreve, después de su brillante victoria contra el Girona y después del lamentable empate del Barça frente al penúltimo clasificado, a imaginar otro desenlace. Cinco puntos (y el goal-average particular a favor) sobre el segundo y diez puntos sobre el tercero representan una ventaja colosal que el equipo Ancelotti sabrá manejar. Está claro que, en España, está el Madrid y luego están los demás. Y eso habla muy mal del nivel del campeonato español. El único que ha contestado (hasta el sábado) la dominación blanca es un club cuyo presupuesto es quince veces menor que el del Madrid y que, hace poco más de dos años, peleaba por no bajar a la Primera RFEF. Y el eterno rival se está ahogando en una crisis deportiva y económica que pone en peligro su propia existencia como entidad perteneciente a sus socios.
La soledad del Madrid en España es un gran problema. Porque es complicado medir su nivel real cuando tiene tan poca competencia en su país. Cuidado con lo que puede asemejarse a un espejismo. Claro que el Madrid jugó un fútbol delicioso y potente frente al Girona pero ¿sería posible hacerlo contra uno de los grandes de Europa? ¿Además con tantas lesiones en defensa? El partido de hoy en casa de un equipo mediano de una liga fuerte como el Leipzig nos dará el principio de una respuesta.