La Euroliga sigue la corriente
La Final Four de la Euroliga se disputará en los Emiratos Árabes Unidos, concretamente en Abu Dabi, del 23 al 25 de mayo del próximo año. Y quizá en los dos siguientes. Ya sonaba el runrún. Los rumores son muchas veces la antesala de la noticia. La confirmación supone ahora un salto inédito para el torneo europeo, que teóricamente nunca se había celebrado fuera del continente, aunque sí en la práctica, porque se ha disputado en Tel Aviv. Hemos naturalizado tanto que Israel es Europa, que a veces olvidamos que geográficamente no lo es.
Incisos al margen, la primera reacción ante el desembarco emiratí ha sido en algunos casos de rechazo, por lo que significa de ruptura con la esencia de esta competición. De hecho, Abu Dabi se ha impuesto a otra candidata con solera en el baloncesto europeo: Belgrado. Pero, claro, pagaba el doble. No hay que echarse las manos a la cabeza por ello. De hecho, lo único que ha hecho el basket es seguir una tendencia natural del deporte. Su ley actual. La misma capital de los Emiratos acogerá esta semana el último gran premio del Mundial de Fórmula 1, justo una semana después de haber visitado Qatar. Y hace poco más de un mes, Ilia Topuria defendía su corona de la UFC ante Max Holloway en el Etihad Arena, el mismo escenario que se postula como sede de la Final Four.
La organización de eventos internacionales es habitual en los países árabes. Y también nacionales, como la Supercopa de fútbol de España en Arabia Saudí. Paralelamente, el Dubai BC ha debutado esta temporada en la Liga Adriática, con el objetivo último de dar el salto a la Euroliga a través de la Eurocup. No sería de extrañar, por tanto, que hubiera un equipo árabe dentro de unos años entre los grandes clubes europeos. Y, por qué no, jugando la Final Four en su propio país. Otro salto más en la expansión. Inevitable.