La diferencia entre “sólo” y “más”

Resulta que soy tradicional. Incluso un poco conservador. Será el peso de los años y, como se dice en mi país, “el plomo en el cerebro” (algo bueno, quiero precisar). Por eso nunca he dejado de poner una tilde en la primera “ó” de “sólo” cuando el significado del adverbio es “solamente”. Por eso sigo pensando que un partido de fútbol es sólo un partido de fútbol y que no hay que darle más importancia de la que tiene un juego con 22 jugadores. En Barcelona pasan de la ortografía de “sólo” y pasan del fútbol. Hoy el único adverbio que les interesa es el “més” (más en castellano). Son más que un club y el encuentro que empieza a las 21:00 horas es más que el encuentro entre el primero y el segundo de la clasificación de la Liga.

Todos hemos escuchado a Joan Laporta. Es más que un presidente, es el defensor del orgullo de su club frente a los que, según él, “quieren a corto plazo desestabilizar y a medio plazo controlar el Barça”. Pretende que, esta noche, Xavi y sus jugadores batan al Madrid para, de cierto modo, vengarse de los que hacen una campaña contra el club culé. ¡Vaya papelón para los Busquets, Lewandowski, Gavi y compañía! ¡Vaya presión añadida! Cuando a los Ancelotti, Modric, Vinicius, Benzema y compañía sólo les pedimos que jueguen al fútbol y que intenten ganar para recortar tres puntos. Esta es la diferencia entre “sólo” y “más”.

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