Hay que subirse a la camioneta de Diego Cocca

No hay otra posibilidad. La situación es tan sumamente complicada, a pesar de la balsámica victoria del viernes ante el Valencia, que hay que subirse sin más discusiones a la camioneta de Diego Martín Cocca para ver si hay posibilidades de llegar con vida al destino. Cocca fue presentado hoy y, como todo recién aterrizado, manifiesta ilusión, esperanza y creencia en las posibilidades de una plantilla limitada y mal confeccionada y en la que casi nadie ha creído hasta ahora. Pero Cocca sí cree, más que Francisco, que descartó finalmente al Valladolid para días después ofrecerse a un Valencia que está por detrás en la clasificación. No parece fácil, ahora, hacerse con los mandos del avión blanquivioleta, pero el argentino lo ha hecho y es de agradecer.

Pensarán algunos que llevando año y medio sin entrenar, qué otra cosa podía hacer. Pues podía haberse quedado esperando equipo en México, que no tardaría en aparecer. Para este entrenador que hizo campeón a Racing en Argentina y al Atlas en el fútbol azteca, es su primera experiencia en el fútbol europeo y eso siempre es un riesgo. Pero yo soy de los que piensan que un buen entrenador siempre es un buen entrenador, esté donde esté. Es verdad que va a necesitar una adaptación vertiginosa porque la competición no espera a nadie, pero un novato no es. Tiene experiencia, de sobra, y ha pasado por todas, las malas, las buenas y las muy buenas. Es una apuesta arriesgada, correcto, pero cualquiera lo hubiera sido. Francisco no tiene un palmarés mejor que el de este señor ni en sueños. Puede que la negativa del almeriense haya sido la clave para encontrar la solución. Solo el tiempo lo dirá.

Y mientras aterriza Cocca, el Pucela celebra la victoria lograda ante el Valencia. No fue un triunfo brillante ni ante el mejor rival de la Liga. Pero sí que fue un triunfo necesario, de los que dejan la batería llena por lo sufrido del asunto y por la comunión con una afición que fue decisiva a la hora de empujar al equipo cuando estaba metido debajo de la portería despejando uno tras otro los inocentes centros de los chavales de Baraja. Fue el triunfo de la necesidad que hizo virtud. Puede haber un antes y un después con esta victoria y con la llegada de Cocca. ¡Sí se puede! gritaron desde la grada.

Ojalá se pueda aunque la dificultad es máxima. Y mientras, Ronaldo busca comprador. El tiempo del brasileño en Valladolid toca a su fin. Será lo mejor para todos. Creo que es momento de dejar que las negociaciones de los despachos vayan por su lado hasta que fructifiquen en algo y que las energías de los que vamos a seguir en Valladolid se encaminen fundamentalmente a tratar de apoyar al nuevo técnico y a los jugadores. Ronaldo se irá y los demás nos quedaremos en Segunda si no se consigue la salvación. Con el dueño que sea, pero necesitamos al Valladolid en Primera. Y por lo que vimos el viernes, parece que en esa línea está todo el mundo ya. A por ello!

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