Hat-trick auténtico de Benzema en siete minutos
El miércoles toca Barça-Madrid, semifinal de Copa, partido con mucha miga a la que llega el Barça con la ventaja de 0-1 arrancado en el Bernabéu. El partido importa a ambos, y bien se ha visto en esta jornada de LaLiga, en la que los dos han reservado jugadores y aprovechado para airear a algunos que ya olían a alcanfor, de tan encerrados que estaban. No es raro, arriesgan poco. El Barça tiene LaLiga ganada y el Madrid imposible. Y van tan largos ante el resto de la tabla que los dos golearon. El Barça aprovechó además para el ensayo de Eric Garcia como medio centro y para revitalizar a Ansu Fati, que marcó un gran gol que le debe animar.
Esos cuatro goles eran un listón para el Madrid, que lo superó, y eso que al principio no lo parecía. Salió estrenando un 4-2-3-1 pero atacado de astenia primaveral. Hubo un tirazo de Roque Mesa al palo y otro de Monchu que se escapó por poco. Pero Rodrygo atinó en un contraataque con un tiro cruzado, el Valladolid se afligió y Benzema machacó el partido con un ‘hat-trick’ genuino. Y digo genuino porque eso es lo que los clásicos llamaron en Inglaterra ‘hat-trick’: tres goles seguidos de un solo jugador sin que ningún compañero intercale un gol. O sea, caso en el que un solo goleador finiquita el partido, como hizo Benzema en 7′. Rechace imitaciones.
Y finiquitado lo dejó Benzema, que se viene arriba por fin en este tramo decisivo de la temporada, con la Copa como objetivo de mínimos y la Champions de máximos. Como Courtois y Vinicius siguen bien, Rodrygo mejora, Asensio está siempre ahí con su bazuka de precisión, la defensa recupera bajas, Camavinga se va soltando a la espera de Tchouameni y Modric, Kroos y Valverde son garantía para la zona de máquinas, el Madrid, a día de hoy, tiene derecho a soñar. La tarde que empezó con pitos acabó con seis goles y con Odriozola, Vallejo y Hazard sobre el campo, como una apelación de Ancelotti de que aquí al final todos pueden ser útiles.