Guardiola, Jordan, Biles, Rossi...

Celebración. Hoy Mánchester vivirá una fiesta, en concreto la Mánchester celeste, por el Balón de Oro que Rodrigo ofrecerá a sus aficionados y por la continuidad del artífice de los éxitos allí vividos: Guardiola. Pocos imaginaban que Pep renovaría con todo ya ganado y, especialmente, con la amenaza de sanción al club sobrevolando por el ambiente. No ha querido esperar el técnico catalán a la sentencia, a pesar de que está prevista para enero. Ni Brasil ni Inglaterra le han seducido para dar el salto al fútbol de selecciones. Ni el PSG ni el Barça le motivan a pesar de que parecen estímulos tremendos, cada cual por lo suyo. La sensación es que Guardiola necesita retarse a sí mismo y no hay nada más desafiante para él que seguir en un club cuya presencia en la próxima Premier y en la próxima Champions es ahora mismo una incógnita. Guardiola reconoció que, en caso de descenso, seguirá en el Etihad. Lo dice en serio. Lo siente.

Desafíos. Algo parecido a esto de Guardiola ocurrió en otros momentos y ámbitos de la historia del deporte. Valentino Rossi cambió de escudería a otra más floja para ganar a la que era la suya, la mejor, y lo logró. Stanley Mathews, el primer Balón de Oro, regresó con 45 años a su casa (el Stoke) para ascender de segunda a primera. Michael Jordan saltó del baloncesto al béisbol en busca de un nuevo desafío que no salió bien. Simone Biles se apartó de la competición por problemas archiconocidos para volver luego y ganar. Lo mismo Sugar Ray Robinson, campeón del peso medio de boxeo tras cuatro años retirado. O John Surtees, el primer campeón del mundo de motociclismo y automovilismo. Guardiola compite contra Guardiola. Quiere superarse a sí mismo. Sólo así se entiende una renovación con más que perder que ganar.

Dinero. Esta semana hubo una reunión de los principales clubes europeos (ECA) en París. Uno de los principales topics fue el nuevo y ampliado Mundial de Clubes. El sorteo es el 5 de diciembre, pero aún hay muchos asuntos financieros por pulir. “Van a tener que remangarse para llegar a tiempo a ese día”, cuentan desde la ECA. A ver.

Hoy descubrimos a... Ben Doak (2005). Lo fichó el Liverpool como gran talento del fútbol escocés y llegó a debutar con Klopp, pero es ahora, cedido en el Middlesbrough y asentado en la absoluta de Escocia, cuando se comprueba todo su potencial. Estos días dejó una asistencia clave ante Polonia en la Nations y un desparpajo cerca del área que asusta. Muy bueno. Lo saben en Anfield.

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