España pasó un trago ante Marruecos
Antes de la sorpresa de nuestras muchachas del 3x3, que nos han regalado una medalla de plata absolutamente inesperada (lástima que no fuera oro, que estuvo cerca), viajamos, siempre en el tren de La 1, al Vélodrome de Marsella, para ver el España-Marruecos por un puesto en la final. Enseguida se vio que la mano venía dura, con un estadio prácticamente copado por afición promarroquí, hijos o nietos de inmigrantes, y un equipo rival bueno y fuerte, con una figura internacional, Achraf, y otros conocidos entre nosotros, como Abde e Ilias Akhomach, éste último un habitual en el pasado de nuestras selecciones inferiores.
Partido severo, pero curiosamente la primera víctima fue el árbitro uzbeko, que quedó maltrecho tras ser arrollado por Pubill y hubo de ser sustituido por el cuarto, que resultó ser el mismo que el primer día provocó la ira de los marroquíes en el partido contra Argentina. Lo que siguió fue un fútbol tenso y severo, con un par de buenos disparos de Fermín y un tono igualado roto por un penalti por entrada imprudente de Barrios a Richardson. Lo transformó Rahimi, en lo que fue su sexto gol en el campeonato. El tiro estuvo precedido de provocaciones de Achraf a Arnau, y continuado por un bailecito de Rahimi en su cara. El pique era muy notable.
Al descanso se llegó tras 12′ minutos de descuento por el cambio de árbitros, pero acabó sin más goles. Así que a España le tocó remar río arriba en la segunda mitad, con Marruecos esperando y amenazando en contraataques. Un examen difícil que los nuestros pasaron con más insistencia que juego. Primero Fermín, alma y estilete del equipo, y luego Juanlu, en jugada con Fermín, dieron la vuelta al marcador. Luego tocó sufrir un descuento algo menos abusivo que los que venimos viendo, pero por fin llegó el pitido feliz. Este equipo no me termina de convencer, pero sus notas son buenas. Nuestro fútbol nos está dando buenas alegrías en estos Juegos.