España-Colombia en plena borrasca

Pedro Rocha, que detenta la presidencia de la Federación desde que Rubiales le señaló con su dedo, nos ha salido desahogado. Su respuesta a la intervención de la UCO ha sido poner cara de vestal ofendida y romper el contrato de la Federación con todos los detenidos, empezando por Tomás González Cueto, el superabogado de cuya mano no se había soltado desde que cayó Rubiales. Hecho lo cual, decidió que lo suyo era unirse hoy en Londres a la Selección. Quienes le conocen me dicen que es buena persona, pero a mí tanta impostura me hace difícil mirarle con benevolencia. Mientras, claro, la elección de presidente ha quedado aplazada.

Así que Rocha se ha instalado en el “vengan días y vengan ollas”. Rodríguez Uribes dijo ayer que estas no son condiciones para llevar a cabo la elección, y así es. El cuarto presidente del CSD en este periodo olímpico comparte el papelón de sus predecesores, algunos de los cuales fueron sus subordinados, cuando fue ministro. Acataron la orden de la superioridad de no molestar a Rubiales, grato a los ojos de Pedro Sánchez, y su pasividad les ha dejado en evidencia. Recordemos que este señor, hoy en República Dominicana y con la detención anunciada cuando regrese, fue expelido fuera de la Federación por la FIFA, no por España.

En fin, eso es lo que hay. Intentaremos olvidarlo durante dos horas en ese Colombia-España de escenario tan noble como extraño a ambos contendientes. Un entremés para el España-Brasil del Bernabéu. Como De la Fuente ha anunciado que entre los dos partidos jugarán todos (¡viva la madre superiora!) supongo que lo mejor se reservará para el del martes. Y eso que Colombia no es cualquier cosa. Lleva 11 victorias y 5 empates en los 16 partidos como seleccionador del argentino Néstor Lorenzo, que dejó buen recuerdo como segundo de Pékerman en Brasil-2014. Aquel gran Mundial de James, al que hoy veremos, porque ahí sigue.

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