Errores que no se pueden volver a cometer
Más que ganar el Espanyol, el Real Valladolid se condenó por sus errores puntuales que posibilitaron que la racha de cinco victorias consecutivas quedara rota. Demasiadas facilidades en los dos goles que sentenciaron el partido. Además, hubo aciertos de Pacheco en momentos clave y faltó capacidad para fabricar más ocasiones de gol. El resultado, una derrota que puede entrar dentro de lo previsible sin que la sensación general sea que el Valladolid hiciera un mal partido. Simplemente, los de Luis García fueron mejor en las dos áreas, donde se deciden los encuentros.
Pero volviendo a los goles, hay dos jugadores que quedan especialmente retratados; uno John, el portero, y el otro, Escudero. El brasileño se vuelve loco después de rechazar el primer disparo y le propina al delantero del Espanyol un tortazo innecesario, ya que la pelota no iba hacia la portería. John parece un buen portero bajo palos, hizo una gran parada en el penalti, pero pierde el control cuando pasan cosas un poco más allá de la línea de gol. O se serena y deja de liarlas o la vuelta de Masip estará al caer. Escudero está mal en los dos goles. En el primero es superado en velocidad y desbordado con demasiada facilidad y en el segundo se olvida de su hombre, al que da la espalda, y que termina siendo el que reciba solo y con ventaja para anotar el tanto. Todo demasiado fácil por ese costado para el Espanyol. No puede ser.
Al margen de los errores propios, me parece que el VAR hila demasiado fino al hacer repetir el penalti. Gustavo Henrique no pisa el área y sí adelanta un poco el cuerpo, sin más. Es una situación habitual en cualquier pena máxima y nunca suele pasar nada. En esta ocasión al conjunto de Pezzolano le pasaron demasiada factura. Por cierto, no me gustó nada el arbitraje de Caparrós Hernández. Seguramente de lo más flojo del partido. Poco nivel.
Bueno, pues rota la racha, se trata ahora de volver a la senda de la victoria, de seguir mejorando el nivel. Seguimos esperando a jugadores que deben ser muy importantes y que, de momento, no están aportando nada o menos de lo que pueden aportar. Me refiero a Montiel, a Meseguer, a De la Hoz, que está desaparecido en combate, o al mismo, Kenedy, que pone muchas ganas pero que está bastante alejado de la mejor versión que todos estamos esperando. Por cierto, tener a cuatro jugadores del filial como Frimpong, Tunde, Garri o Chuki para no jugar ni un minuto con el primer equipo y tampoco con el filial no tiene sentido. Los chavales necesitan jugar o su rendimiento irá a menos progresivamente y dejaran de ser útiles para Pezzolano cuando se les tenga que necesitar. Quintana y Cedric es lógico y es muy necesario que estén, pero lo de los otros cuatro no alcanzo a entenderlo. Doce suplentes para realizar tres cambios nada más, con gente como Anuar, Malsa o De la Hoz que no llegaron ni a jugar. Perjudicar tanto al filial no tiene sentido. Una cosa es que los chicos del Promesas ayuden al primer equipo en lo que haga falta y otra desmantelarlo para nada, que es lo que pasó en Barcelona el sábado. Y repito, los jugadores del Promesas tienen que jugar y si no van a tener opción con el primer equipo tienen que hacerlo en el filial. No pueden estar sin jugar. Así ha sido toda la vida. Pezzolano lo tiene que analizar.
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