En defensa de Ferland Mendy

Hay futbolistas que tienen que demostrar más que los demás, que parecen siempre algo sospechosos. Ferland Mendy es uno de ellos. Haga lo que haga, queda en entredicho. Eso empezó nada más firmar con el Madrid. Su llegada se consideró entonces como un capricho de Zinedine Zidane, incluso dentro de la Junta Directiva del club. “¿Pero quién es éste?”, decían algunos de estos sabios que sólo conocen a los nombres que brillan por ser bien promocionados por los agentes y sus conexiones cómplices en la prensa. Fue una apuesta muy futbolística por parte de Zizou y rápidamente se demostró que tenía razón. La pena es que las lesiones han machacado a Mendy y que no tuvo la exitosa continuidad que merecía su implicación en el proyecto madridista.

Ahora vuelve a ser cuestionado de forma injusta. No creo que Mendy esté peor que la mayoría de los componentes del equipo, pero como no tienen ningún salvoconducto, es fácil señalarle con el dedo (por ejemplo, después del partido en Liverpool). Se habla constantemente de fichaje para su puesto y se subraya de forma exagerada la aportación de Fran García. No quiero oponerles. El lateral español puede ser útil para encuentros en casa donde se necesita atacar frente a rivales pequeños y encerrados. Pero hoy en Bilbao, en uno de esos peligrosos clásicos del año, estoy seguro de que Ancelotti apostará por mi compatriota.

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